El presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), José Manuel Fernández Alvariño, no pierde el tiempo para luchar contra los sindicatos y dejar algunas “lindezas” dignas de mejor causa, que destilan el “odio de clase” de este tipo de llamados empresarios.
La primera lindeza es que haciendo huelga mandamos “una imagen como Grecia”; pues estamos encantados con el parecido con un país en el que los trabajadores luchan por sus derechos frente a unas oligarquías familiares domésticas compinchadas con el capital alemán e internacional. Precisamente, de eso se trata, de luchar contra esta clase que nos ha hundido en la crisis, que la utilizan como pretexto para provocar un desempleo masivo y así imponer disminuciones brutales de salarios, que es lo que realmente quieren para una mayor acumulación de beneficios.
La segunda lindeza es la acusación a los sindicatos de "guardar silencio durante cuatro años mientras veían caer el empleo". O sea que, a qué carta nos quedamos, le gusta el silencio o la voz, le gustan o no las huelgas generales; porque los trabajadores no se han callado tampoco con el gobierno Zapatero y le han hecho también una huelga general. Sea usted serio, Sr. Alvariño, y no hable por hablar.
La tercera lindeza, ejemplo evidente de su falta de seriedad y de mentiroso compulsivo, afirma sin sonrojarse que cuando vienen los empresarios de fuera le preguntan por la conflictividad de la provincia, añadiendo en la misma frase-lo que no tiene desperdicio- que miente “un poquito”: “Porque si les digo la verdad no invierten ni un duro”. Lamentable que los trabajadores tengamos que soportar esto: imposible salir de la crisis con este tipo de personajes. Saldremos de la crisis con la lucha de los trabajadores, aunque llevará tiempo todavía, pero muy a pesar de este espécimen de empresarios que hablan sin empacho reconociendo que mienten.
La cuarta lindeza, “in crescendo”, se refiere a "la quema de contenedores durante la huelga del metal” y a que los sus colegas de la CEOE le preguntan con frecuencia ¿qué quemáis hoy en Vigo? Vigo, si este señor fuera un vigués que defiende su ciudad, debiera salir al paso de ese tipo lamentable de preguntas, porque él sabe -como lo sabemos todos- que los trabajadores vigueses, después del desmantelamiento de sectores enteros como el del Naval, han tenido en todo momento un comportamiento ejemplar y siempre dispuestos a negociar y llegar a acuerdos. Las hemerotecas están ahí para demostrarlo. Y los empresarios debieran defender a Vigo para que vengan inversiones, porque aquí hay miles de trabajadores con un “saber- hacer” de primera y una profesionalidad excelente adquirida a todo lo largo de la vida en los sector del naval, las conservas, la automoción,…”Aquí en Vigo, hasta el más tonto sabe hacer un reloj”. Pero con estos embajadores de la ciudad, ¡no necesitamos enemigos!
Conclusión: La reforma laboral es inútil. Lo que no es inútil es una reforma empresarial, que envíe a su casa a este tipo de empresarios impresentables.
Pincho da Ponte (Corresponsal, a tiempo parcial, claro, de VIGOBLOG en la Madre de Todas las Huelgas)